Buenas noches pequeñas creaturas indefensas del bosque. Soy el Dr. Zinzun, pero algunos de Ustedes pueden llamarme Dr. Zinzun, otros no pueden ni llamarme.

Me tocaba postear hace unas horas, pero como lo supondrán, me encontraba salvando al mundo de una posible hecatombe, les contaría, pero no quiero que su estúpida felicidad se vea manchada por noticias como esa.

Bien, pasando a lo que nos concierne el post de ésta ocasión lo dividiré en 3 partes: en la primera, como es costumbre, contaré una anécdota de las que pasan a diario en mi gran, hermosa y lóbrega Ciudad de México; en la segunda parte del post, haré una breve retroinspección acerca de sucesos de mi alrededor; y en la tercera y última parte, les dejaré un brevario cultural.

Empecemos… la Ciudad de México es una ciudad muy estresante (¡Qué gran descubrimiento!), y más en cuanto a transporte público se refiere. Todas las mañanas, abordo el Metrobus (Gracias Peje) en la estación 18 de Marzo rumbo a mis clases de inglés, es decir, hacia el sur de la ciudad, y en ésta semana me tocó ver la anécdota que a continuación les cuento: al ir en el Metrobus, siempre me subo en la última puerta del Metrobus, en la sección que es para “hombres”, todo iba como normalmente tiene que ir, sin ningún inconveniente, hasta que en la estación Circuito se subió una señora de la tercera edad en el vagón exclusivo para hombres, cargaba una bolsa que se veía pesada, al parecer se dirigía al trabajo, inmediatamente, un “caballero” (yo no fui, yo no lo soy) le cedió el lugar de tal forma que se sentó junto a mí, una vez sentada la anciana me dijo a mí en un tono burlón y altanero: “Es lo bueno de subirse en el vagón de hombres, siempre hay pendejos que te ven viejita, con canas y te dan el lugar, porque si me subo con las pinches viejas ninguna me dejaría su lugar”… en realidad desconozco porque la pinche vieja loca me dijo eso a mí, pero como yo iba también sentado, me valió madres (como el 99% de las cosas que pasan a mi alrededor) y sólo me limité a dar un boceto de sonrisa como respuesta a su comentario. Las estaciones fueron pasando, hasta que llegamos a Buenavista, ahí, le señora anciana se levantó de su asiento y se preparaba a bajar del Metrobus, las puertas se abrieron y la gente empezó a salir de los vagones y cuando llegó el turno de la anciana, la pendeja no se fijó bien en donde pisaba, y trató de pisar en el espacio dejado entre el Metrobus y la plataforma de la estación y…. Santo Madrazo Batman, la anciana visitó el suelo, y no sólo eso, si no, que hizo chuza con las personas que querían entrar al vagón, así que, la pinche anciana babosa más 5 personas más quedaron en el piso … la puerta del Metrobus cerró, nadie más entró al vagón y el Metrobus siguió su camino. Ante esto, sólo me pregunto: ¿acaso existe el karma? Si existe o no, es una del 99% de las cosas que me valen madres.

Bien, ahora en mi segunda parte del post, sólo puedo decir, que algunos dicen que he cambiado, que soy un FM-toso, un carga bolsas, mandilón, etc … sólo puedo decir, que pese a que reconozco que presento algunos cambios notables en mi conducta, especialmente el hecho de ya no estar mucho tiempo con mis “amigos” y AMIGOS, sigo siendo la misma persona fría, calculadora, mamona, sin sentimientos, insensible, culero, amante del buen español, misántropo, poco social, semi-abstemio, irónico, sarcástico, amante del corte, solitario e intento de ser racional y de Hombre de Verdad. No les mentiré, la compañía de un ser nuevo en la vida de alguien como yo trae muchas incógnitas, dudas, y principalmente pensamientos y más si ese ser es un ente femenino noble y tierno, es decir, el hecho de que sea en gran medida alguien contrario a mi forma de ser atrae muchos pensamientos a mi cabeza, la cual, como sabrán siempre ha estado dañada, ya que suelo ser autodestructivo, odio la felicidad de las personas, y en base a eso, sólo puedo decirle a ese ser que pondré “todo” de mi parte para que la relación funcione y trataré de no lastimarte, esa no es mi intención, aunque como te lo dije, en realidad, no deberías esperar mucho de mí.

Así mismo, pido una disculpa a todas las personas a las que he lastimado o incomodado …. ¡Qué ilusos si creyeron esa última parte! NO ME ARREPIENTO DE NADA, hay gente que hace muchas cosas por el amor, yo hago muchas cosas por odio.

Ya para terminar, en la terca parte de éste post les dejo un poema del monstruo uruguayo de las letras hispánicas, el gran Mario Benedetti, el poema se titula “Soledades”, espero lo sepna apreciar, aunque lo dudo, babosos!!

“Ellos tienen razón
esa felicidad
al menos con mayúscula
no existe
ah pero si existiera con minúscula
seria semejante a nuestra breve
presoledad.

Después de la alegría viene la soledad
después de la plenitud viene la soledad
después del amor viene la soledad.

Ya se que es una pobre deformación
pero lo cierto es que en ese durable minuto
uno se siente
solo en el mundo.

Sin asideros
sin pretextos
sin abrazos
sin rencores
sin las cosas que unen o separan
y en es sola manera de estar solo
ni siquiera uno se apiada de uno mismo.

Los datos objetivos son como sigue.

Hay diez centímetros de silencio
entre tus manos y mis manos
una frontera de palabras no dichas
entre tus labios y mis labios
y algo que brilla así de triste
entre tus ojos y mis ojos
claro que la soledad no viene sola.

Si se mira por sobre el hombro mustio
de nuestras soledades
se vera un largo y compacto imposible
un sencillo respeto por terceros o cuartos
ese percance de ser buena gente.

Después de la alegría
después de la plenitud
después del amor
viene la soledad.

Conforme
pero
¿que vendrá después
de la soledad?

A veces no me siento
tan solo,
si imagino,
mejor dicho si se
que mas allá de mi soledad
y de la tuya,
otra vez estas vos
aunque sea preguntándote a solas
que vendrá después
de la soledad.”

Bien pequeñas criaturas indefensas del bosque, eso es todo por el momento, los espero la próxima semana.

P.D. Odio su maldita felicidad hijos del mal!!